La distensión abdominal también se conoce como vientre hinchado o hinchazón abdominal.

Este problema digestivo se caracteriza por un aumento de volumen en la zona abdominal después de las comidas durante el proceso de la digestión. Suele desaparecer una vez se haya digerido el alimento.

Seguro que alguna vez has notado esa hinchazón abdominal en más de una ocasión, principalmente después de haber realizado alguna comida más copiosa de lo normal.

El problema surge cuando ésta distensión abdominal es frecuente y ocurre de forma habitual tras las comidas, incluso siendo éstas ligeras o moderadas.

Se puede dar en cualquier persona, tanto hombres como mujeres bien sean delgadas o con exceso de peso. Aunque suele ser más común en mujeres y en situaciones de normopeso, ya que en éstos casos resulta más evidente y llamativo el aumento de volumen en la zona abdominal.

Como ocurre con otras dolencias digestivas, la distensión abdominal suele suponer un síntoma  de otra patología más que una enfermedad en sí misma.

Causas de la distensión abdominal

Causas de la distensión abdominal

La principal causa suele ser realizar una comida muy copiosa, pero no es la única. Veamos a continuación más posibles causas que pueden provocarla.

  • Comer rápido o de forma nerviosa ya que conlleva a ingerir un exceso de aire.
  • Sufrir otras patologías intestinales como síndrome de intestino irritable o gases.
  • Intolerancia a alimentos como lactosa o gluten y malabsorción intestinal.
  • Desajustes en la flora intestinal.
  • Síndrome pre y menstrual así como tener quistes en los ovarios.
  • Retención de líquidos.
  • Falta de tono en la musculatura intestinal.
  • Malos hábitos dietéticos.
  • Estrés y ansiedad.

Tratamiento

Por lo general unos cambios dietéticos suelen ser suficiente para paliar el problema.

Lo más importante es identificar el motivo por el que lo padecemos para poder centrarse en ese ámbito. Pero aún así, realizar algunas modificaciones en la alimentación de forma generalizada mejorará mucho la hinchazón.

Sería recomendable identificar los alimentos a los que se es más sensible y retirarlos de la dieta durante un tiempo para dejar que las mucosas y la flora intestinal se vayan recuperando. Después se irán introduciendo poco a poco según tolerancia. A excepción de intolerancias o alergias crónicas ya conocidas como puede darse con el gluten o la lactosa en cuyo caso no se podrán consumir.

Realizar comidas ligeras y poco voluminosas para facilitar el vaciamiento intestinal. Evitaremos las grasas ya que retrasan el vaciamiento del estómago.

Mantenerse bien hidratado con una ingesta media de 1,5 litros de agua diarios ayudará a evitar el estreñimiento y  la retención de líquidos. Habrá que eliminar o reducir al máximo el consumo de sal, ya que un exceso también provoca retención de líquidos.

Encontrar el punto intermedio en el consumo de fibra. Igual de perjudicial puede ser un exceso en el consumo de fibra como una dieta pobre en fibra.

La fibra no se digiere, realiza su paso por el intestino hasta llegar al ano. Si no se toma suficiente fibra, las heces no adquieren el volumen necesario además de ser duras y escasas, por lo que la defecación resultará más difícil y dolorosa acompañada de las molestias propias como dolor e hinchazón abdominal.

Si por el contrario realizamos una ingesta de fibra en exceso podría dar lugar a una malabsorción de nutrientes por un incremento en la velocidad al paso por el intestino llegando a provocar diarreas y retortijones.  El aporte de fibra debe ser a través de legumbres, frutas y verduras así como de hidratos de carbono complejos. Habrá que ir poco a poco según tolerancia.

Evitar tomar bebidas gaseosas, así como masticar chicles.

Comer en un ambiente tranquilo y relajado también ayudará a reducir el aire ingerido con cada bocado. Procura masticar con la boca cerrada.

Cocinar con técnicas culinarias ligeras como vapor, horno o cocción. Evitando aquellas que implican mucha grasa como fritos, rebozados o empanados.

Mantener una vida activa evitando el sedentarismo ayuda a mantener un tono muscular óptimo evitando la flacidez.

Puedes ayudarte con infusiones digestivas tras las comidas para mejorar la hinchazón abdominal como el hinojo, melisa, manzanillo o poleo entre otros.

Esperamos que estos consejos para acabar con la distensión abdominal te hayan servido. Agradecemos que compartas este artículo en tus redes sociales: